Una de las formas de arte contemporáneo más único e influyente es el drag, donde el maquillaje, el habla, las coreografías y por supuesto la ropa hacen del cuerpo todo un vehículo de expresión, con la creciente popularidad de este arte se ha dado oportunidad a talentos emergentes del diseño para crear el vestuario perfecto para cada puesta en escena. Hoy en Run The Runway Magazine, compartimos la entrevista que se realizó a la diseñadora Reggy de Jesús, quien nos cuenta cómo inició en el diseño de vestuario, su proceso de creación, la relación del drag con otras formas de arte y más.
Originaria de Aguascalientes y egresada hace 3 años de la Universidad Autónoma de este estado, trabaja sobre todo en el diseño y confección de vestuarios escénicos, especialmente para drag queens. Inició en el diseño de vestuario cuando estaba haciendo la tesis de carrera. Desde preparatoria le gustaba mucho drag race y las dragas siempre le fueron una inspiración, pero, admite que debido al tipo de educación que llevaba en la universidad no había pensado en estxs artistas como un posible mercado. Sin embargo, al llegar al final de la carrera, se dio cuenta de que con ellxs encontraría recepción a sus ideas y vestuarios que se alejan de lo meramente funcional para ser algo más conceptual.
«Mi principal motivo para diseñar para el mercado, fue la libertad creativa que me daba el poder adaptar conceptos a sus personalidades, y que no tenía que seguir reglas tan marcadas, porque todos los estilos de drag son muy diferentes y van a necesitar cosas diferentes, eso es lo que me gusta».
En su proyecto de egreso de carrera, creó su marca Hija Rebelde, respecto a su origen, la diseñadora nos cuenta:
«Soy la única hija de mi familia, tengo 3 hermanos, crecí entre hombres y mis primas están lejos; entonces siempre había más presión sobre mí, por ser perfecta, ser un ejemplo; porque a parte de ser la única hija, soy la mayor. Entonces, cualquier cosa diferente y fuera de la norma que yo hiciera, era sinónimo de rebeldía, sobre todo ante mi mamá; Ella siempre me decía que era una hija muy rebelde, me lo tomé como signo de que me gusta ir un poco en contra de eso que se espera de mí».
La identidad de la marca tiene que ver totalmente con lo queer, su mercado son en su mayoría drag queens, así como otras personas de la comunidad LGBTIQ+, quienes buscan a Reggy porque entre la comunidad existe entendimiento y gustos similares, ella les ayuda a plasmar quienes son a través de la ropa que confecciona.
Algo que me encanta de lxs dragas es que ellxs por sí mismxs ya son un statement, las ves y totalmente disrumpe, te dicen que sí, son «travestis» y les encanta, se sienten orgullosxs de quienes son, de mostrar sus colores y que no le tienen miedo al qué dirán; Para mí es muy importante eso.
Su proceso creativo lo describe como “caótico” y “disperso”, todo comienza sembrando una idea, la cual ve desde un “filtro queer”. Durante el diseño es fundamental pensar en cómo se verán las prendas en fotos, en cámara, en movimiento, con luces o sin luces. Realiza el bocetaje a través de la recopilación de ideas que visualmente le ayuden a aterrizar el vestuario; Lo más indispensable de todo es acudir en búsqueda de materiales.
«La verdad voy tanto (a las tiendas) que ya tengo un mapa mental de dónde está cada material, sin embargo, me gusta mucho ir porque al final del día mi trabajo debe ser un producto tangible y sin los materiales es muy complicado».
Durante el proceso creativo, le acompaña su bitácora donde anota las medidas de los clientes, el desglose del proceso y notas para su futuro yo. Una vez armada la prenda, realiza la primera prueba con el cliente, si todo sale bien, se ajusta, se termina de confeccionar y se hace una segunda prueba. Este procedimiento es parte de todos sus días de trabajo, hay veces en que todo esto se tiene que resumir en poco tiempo, otras veces el proceso se reparte en varias semanas, normalmente la elaboración de un look toma de 1 a 2 semanas.
Respecto a las diferencias entre hacer colecciones de moda tradicionales y crear vestuario, la diseñadora nos comenta que
«La diferencia es bastante, hacer una colección implica mucha logística, estudios de mercado, encontrar proveedores y todo ese tipo de cosas; generalmente hay más tiempo y se piensa en algo a largo plazo. La mayoría de los vestuarios que hago son casi, casi de entrega inmediata, son muy de «ocasión» entonces eso es lo importante, en dónde y cómo se va a usar. Hasta cierto punto es más fácil porque casi siempre son de 1-3 prendas máximo, pero el problema aquí es que todo es muy rápido».
En la opinión de la diseñadora, el drag en México es especial porque como país tenemos una situación muy única en el sentido de que hay mucha diversidad de materiales.
La estética del país en general es muy maximalista, llena de colores, texturas y cosas de dónde inspirarse y es relativamente fácil conseguir insumos que se pueden utilizar para el drag. Creo que a nivel mundial ya se nos reconoce como el drag de «carros alegóricos» hay a quienes no les gusta, pero personalmente para mí es increíble ver toda la opulencia que puede caber en un escenario. El brillo y el detalle es algo que nos ha caracterizado bastante.
En cuanto a sus logros más importantes, la diseñadora nos comparte que, hasta ahora, el look que más satisfacción le ha dado hacer fue el look de la final de Ella Moon para The Best Drag 2, fue un vestuario ambicioso con mucho detalle, llevo pedrería, props, muchísima decoración, así como horas y horas de plisado. El resultado lució increíble, siendo lo más satisfactorio el haber logrado llevar a cabo su visión. También hay otro proyecto del que aun la diseñadora no nos pudo contar mucho, pero pronto saldrá en una plataforma.
Para no perderte sus próximos proyectos y conocer más de lo que ha hecho, puedes seguir a Reggy en sus cuentas de instagram @reggy_d @hija_rebelde.