Un intento de rescatarme a mi misma pero en realidad terminé rescatando nuestro pasado colectivo. (Tani Pérez)
En las calles de la colonia Americana de la ciudad de Guadalajara, se encuentra un rincón para las personas enfermas de nostalgia, aquellas que piensan en objetos, amantes de la historia los cuales tratan de leer las radiografías entre países, prendas y ciudades llamado; Bravo Vintage.
En una tarde airosa de octubre. Tani Pérez nos abrió la puerta de su tiempo y del museo que es Bravo Vintage, emprendimos un viaje personal entre la historia de la creadora de la tienda y la de cientos de prendas usadas por personas que nos dejan conocer un pedazo de ellas a través de botones, costuras y cierres.
Un encendedor como ejemplo.
Al preguntarle a Tani una de las motivaciones sobre la aparición de la tienda nos habló del nexo histórico de los objetos: “Wey no manches, cuando hicieron este encendedor era la primera vez que se usaba el plástico (…) en el momento en el que salió hace 60 años el plástico apenas estaba llegando a la vida de las personas de forma cotidiana, imagínate que tocar esto era tocar la modernidad”.
Este ejemplo podría definir la narrativa de la tienda y cómo a los objetos se les realiza una implicación sociológica e histórica así como cuando se transmiten las emociones y el conocimiento colocas una curiosidad en las personas.
Versión (oficial) y otras versiones;
Tani le atribuye la cualidad de catalizador a la tienda en relación a la persona que ha ido construyendo a través de sensaciones de abandono y no sentirse escuchada y el poder tener un espacio en el que no solamente las prendas son protagonistas si no también las personas que la visitan.
Humanos con todo lo que implican; es decir, no solamente nombres o cifras si no lo que les hace sentir, la toma de sus decisiones y los pantalones que compraron un jueves es el elemento áurico de la tienda. Tani decide que cuando las generaciones que afectaron todo un rumbo de la sociedad mueren no tiene por qué dejarse de hablar de ello y solo quedar la versión oficial de un libro porque en donde ella centra su atención es en historias individuales que forman lo colectivo. “Si rescatas lo colectivo te rescatas a ti mismo”.
Los objetos como un Tupperware;
Parte del rescate de objetos para Tani es el estar consciente de la diferencia entre una existencia y una vivencia. Los objetos existen como ente y es a través de la experimentación en la vida que el sujeto le deposita la vivencia y los significados al objeto. Los objetos son como un tupper al que le depositamos nuestros sentires. Tani cuenta como en sus visitas a casas de personas que han fallecido compara las prendas encontradas con esqueletos, estos objetos inertes solo cobran vida a partir del significado que dicha persona le depositó.
Un objeto logra tener distintas expresiones vivenciales dependiendo de la intención colocada y esto nos habla de todas las formas concretas y simbólicas que tiene el ser humano para experimentar el mundo.
Tani cita a Heighdegger en su libro del Ser y Tiempo para explicar cómo el compartir historias en los objetos produce una satisfacción: “El dejar que la historia vuelva a estar en la luz”.
Forense de ilusiones;
En su búsqueda de prendas, Tani hace una comparación de Armstrong llegando a la luna. Algunas de las casas de las cuales se han rescatado prendas han estado cerradas por años, por lo que al entrar en ellas encuentra todo el ambiente tal cual como lo dejo la persona que existió en dicho espacio. Ella se autodenomina forense de ilusiones al encontrar objetos que representan situaciones tan cotidianas como las plumas bic al lado del teléfono y crea una narrativa para poder entender los sentires de una persona a través de todos estos objetos.
Despedirnos de cosas es una cuestión delicada, ya que le colocamos un sentido a los objetos con las personas que fueron dueñas de estos, hay veces que al despedirnos de objetos sentimos que nos estamos despidiendo de las personas implicadas en ellos y por eso Tani realiza un trabajo no solo de búsqueda, sino de mediación de duelos junto con las personas que la buscan para reubicar los objetos.
Existen cuestiones que con espacios y objetos vamos resignificando amores y sentires, así como Tani busco el espacio de Bravo Vintage para estar cerca de la casa de su abuela. Sin embargo entender en un proceso de duelo que el amor que emanamos es nuestro y podemos seguir sintiéndolo a pesar del desprendimiento de objetos es complejo.
Los duelos de pérdida ajenos se trasladan a un confrontamiento personal con la existencia.
Algunos de las inspiraciones de Tani.
Música: Grunge Metal.
Literatura: Filosofía con mención honorífica al ensayo El mito Sísifo de Albert Camus, Heidghdegger y Hannah Arendt.
Cine: Pasión por los documentales.
Persona: su papá.
Arte: Mondrian y Hopper.
Para escuchar: Radio BBC.
A simple vista las tiendas de antigüedades nos podrían evocar una sensación de que el tiempo no existe, sin embargo, al hablar con Tani nos quedamos con la sensación contraria. La mujer que mandó a hacer un vestido morado con una costurera en la colonia Moderna para ir a los XV años de su hija existió y no solo eso: su historia aislada convive con todo un contexto histórico social que ahora somos capaces de ver en prendas y demás objetos. Sin embargo, no ocurre esto con todas las prendas, no existe por que frustrarnos por la pérdida de historias porque en realidad That is life.
Millones de gracias a Bravo Vintage por abrirnos sus puertas, a Tani Pérez por abrirnos su tiempo, a todas las personas detrás que dedican su vida, a la nostalgia y a todos los objetos que a veces damos por sentados.