Logramos hacer aesthetic una necesidad de la mayoría de la población mexicana.
La moda y los fenómenos que ocurren dentro de ella son un reflejo de la sociedad y sus acontecimientos, tiene una capacidad de acoplarse a lo que sucede en el mundo.
En los últimos años hemos podido presenciar una alza importante en la compra y venta de ropa usada, principalmente como consecuencia de la pandemia.
La ropa second hand, el fenómeno de los bazares de Instagram, la moda circular y los trueques de ropa son algunas prácticas cuyo objetivo principal es encontrar una alternativa a la industria del fast fashion y crear una consciencia ambiental en el consumidor, así como lentamente ir promoviendo hábitos de compra responsables para intentar disminuir el impacto ambiental que la moda provoca en el planeta.
La paca básicamente es un bulto de ropa vendida por kilo provienente de países desarrollados, esta usualmente sale de su país de origen bajo el término de donaciones.
Sin embargo al ver la oportunidad monetaria, esta es comprada de forma ilegal e ingresada a México gracias a sobornos en la aduana. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (cofepris) cataloga la ropa de paca como un alto riesgo sanitario, ya que debemos recordar que al ser comprada por kilo para mejorar el precio muchos vendedores le agregan ropa obtenida de hospitales, morgues o panteones.
Todo esto representa una fuente de ingresos para comerciantes que se dedican a comprar y seleccionar ropa de paca para vender en distintos tianguis a lo largo del país, así como una solución a la necesidad de la población de obtener ropa accesible.
La ropa de segunda es una parte indispensable y arraigada en la cultura mexicana por dos razones importantes:
1. La cercanía a Estados Unidos y por ende la facilidad de tránsito.
2. La reducción de la clase media y con ella la separación entre retail de lujo y moda
accessible (prendas de menor valor del salario mínimo mexicano).
Sin embargo en los últimos años hemos presenciando la gentrificación de este sector comercial.
Gentrificación proviene de la palabra inglesa gentry, la cual se refiere a la nobleza media británica o a la pequeña aristocracia y es una palabra con el que “se alude al proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo mayor.”
Y esto ha ocurrido en la paca, los comerciantes relatan que ahora sus mayores clientes son personas que tienen un poder adquisitivo alto y se logran llevar hasta 20 prendas para uso exclusivamente personal, o también tienen clientes que asisten a sus puestos cada 2 o 3 semanas y compran hasta 50 prendas variadas para ser posteriormente vendidas en bazares, colectivos y curadurías vintage.
Todo esto hace que la ropa suba de valor, aumente la demanda y reduzca las opciones de las personas que a diferencia del sector mexicano privilegiado no cuenta con la opción de adquirir ropa nueva o de retail.
La paca representa una oportunidad para obtener prendas de un valor superior, aún teniendo la posibilidad de adquirir la misma prenda en su estado de tienda, los vendedores de los puestos relatan que las personas con dinero sienten una atracción a la paca porque al estar en
un status privilegiado tienen acceso al conocimiento de marcas y diseñadores, por ende saben distintiguir la ropa con un alto valor y llevársela por una fracción del precio original.
La moda es uno de los principales contaminantes del planeta, y por más que busquemos soluciones a un camino más sustentable es mucho más difícil de lo que parece.
El objetivo era alejarnos del fast fashion y causamos ahora una problemática social que conlleva la corrupción en las aduanas, la gentrificación de las prendas, la sanitización de la ropa.
Buscar el culpable en el consumidor es un error, ya que ha sido el mal manejo de recursos por parte de las empresas textiles lo que ha orillado a una búsqueda de opciones más amigables con el ambiente.
Sin embargo una de las cosas que si podemos hacer es cuidar nuestros hábitos de consumo, es decir, comprar lo que necesitamos y estar consientes que comprar fast fashion así como comprar prendas de paca y de bazar que no usaremos nunca y las estamos adquiriendo por su bajo precio, por el afán de compra y la motivación de tener más cantidad es igual de dañino.
Hay que cuidar en que gastamos nuestro dinero, ya que las compras y la moda son un acto directamente político, y si hay que tener conciencia ambiental, pero también hay que tomarnos el tiempo de cuestionar nuestro privilegio y desarrollar una sensibilización de clase.