El tema indiscutiblemente ha causado muchas reacciones, pues es algo que visualmente es extraño para nuestro ojo humano, haciendo que la gente mencione que estamos viviendo en algún capítulo de “Black Mirror”, sin embargo, no todos se lo han tomado con gracia y también ha causado mucho miedo, pero ¿Por qué?
Se cree que estos influencers virtuales podrían reemplazar a los influencers de carne y hueso, ya que aunque existen muchísimas personas con este título, las marcas más posicionadas han llegado a preferir el Cgi. Los seres humanos podemos cometer errores, a veces, esos errores han acabado con la carrera de muchos influencers debido a algún punto de vista controversial, alguna “cancelación” o algún comentario que simplemente pueda disgustar a mucha gente. Con estos robots es algo totalmente diferente, pues tienen a todo un equipo detrás y todo está muy bien calculado antes de publicarse, por lo que esta inteligencia artificial crea un beneficio para las marcas que no quieren relacionarse con gente problemática y es (hasta cierto punto) un alivio para ellos no tener que involucrarse con temas políticos y sociales.
De la misma manera, la gente está preocupada por el efecto que podría causar en las personas en cuanto a la dismorfia corporal. Esto porque ya vivimos en una época en donde las fotos que vemos diariamente en redes sociales son alteradas y planeadas para que salgan a la perfección, pues aunque a la mayoría de las personas no les gusta sentirse vulnerables al mostrar su persona en línea, estos influencers digitales no tendrían este problema al ser diseñados para no tener ninguna “imperfección”.
Yéndonos al otro extremo, algunos influencers virtuales están creados para tener estas “imperfecciones” para que las personas puedan identificarse con ellas, pero al público no le agradó tampoco esto puesto que consideran que esas “imperfecciones” son demasiado calculadas y que de ser una persona real las marcas no contratarían a personas fuera del estándar de belleza.
Esta ola de los influencers y modelos de CGI se ha estado expandiendo en los últimos años. A continuación, te mencionamos algunos ejemplos que te podrían interesar:
Miquela Sosa
Probablemente has escuchado de ella, pues sus anuncios en Instagram son cada vez más vistos, incluso por las personas que no necesariamente interactúa con contenido de moda. Lil miquela fue creada el 23 de abril de 2016 por Trevor McFredies o SaraDeCou. A lo largo de los años no solo se ha quedado con el título de influencer, sino que también se ha vuelto modelo y un ícono moderno del streetwear. Lil Miquela ha logrado conseguir 3 millones de seguidores en Instagram, y ha participado en campañas de Calvin Klein. Varias marcas reconocidas han contactado a Miquela para promocionar sus prendas, entre ellas Chanel, Prada, Supreme, etc. Aún más impactante es poder observar la manera en que interactúa con famosos, tales cómo Rosalía y Bella Hadid.
Mar.ia
Mar.ia es la primera “virtual influencer” mexicana, su primer post fue el 5 de mayo del 2020, y hasta la fecha ha conseguido tener 102 mil seguidores. Se describe cómo una amante de las artesanías y de la comida mexicana; busca promocionar hábitos saludables y ha trabajado con marcas mexicanas cómo “Hellmans”.
Shudu
Shudu es considerada una super modelo virtual, pues ha conseguido trabajar con marcas grandes cómo Tiffany’s, Fenty, Balmain, entre otras. Fue creada por Cameron James-Wilson con el propósito de investigar la tecnología tridimensional. La supermodelo tiene un precio de 791.15 euros por publicación en Instagram y actualmente tiene 215 mil seguidores.
Imma
Con su pelo teñido de rosa, esta modelo virtual también es una de las mejores pagas, pues cobra 908 euros por publicación. Actualmente cuenta con 331 mil seguidores en Instagram , ha trabajado con marcas cómo Dior y ha sido la portada de revistas tales cómo CG World y Grazia.
Se piensa que estos robots están tomando la industria de la moda, pues incluso algunas modelos han parecido disgustadas por el hecho de tener que esforzarse mucho para conseguir trabajos con marcas, mientras que influencers hechos por CGI logran afiliarse con estas, ser portadas de revistas y hasta aparecer en comerciales. Mucha gente se pregunta ¿se acabará el trabajo para las modelos e influencers o seguiremos consumiendo personas de carne y hueso con las que nos podamos identificar?
Y tú, ¿te consideras una de las personas a las que les perturba esta combinación de tecnología con moda o te emociona la era digital que estamos experimentando en redes sociales? ¡Cuéntanos en los comentarios?